Más de cuatro años pasaron desde aquel 10 de junio de 2013, cuando de manera fortuita y mientras una operaria de la Pesquera Poseidón, de Puerto Madryn, estaba cambiándole las tapas de cartón a las cajas de langostino, al caérsele una, encontró un envoltorio extraño de color amarillo. Ese pan precintado y escondido entre los langostinos era cocaína de máxima pureza. Así se desataba el escándalo en Chubut y arrastraba a empresarios estrechamente ligados al poder político del kirchnerismo local de ese entonces.
Increíblemente, a excepción de uno, todos los imputados están libres y la justicia federal no trabó embargo sobre los mismos, y la mayoría se desprendió de todas sus empresas. La causa sufrió demoras inexplicables.
Pecados de un cura
Los investigadores fundamentaron en la elevación a juicio de la causa, conocida como “Langostino Santo”, porque al entonces dueño de la pesquera se lo apodaba como “El Cura” Segundo, que la cabeza de la organización narcocriminal estaba compuesta por Salvador Parra Gómez y Alfredo Aranda Barberá, ambos de nacionalidad española. El último es el único detenido que permanece alojado en el pabellón 6 de la cárcel federal de Rawson.
La acusación sostiene que la droga se acondicionó, es decir, se disimuló dentro de un cargamento de langostino en instalaciones de la planta de Letter Alimentos, en Irala y Talcahuano de Mar del Plata.
No pudieron determinar el origen concreto de la droga, pero estiman en base a una especie de sello, un símbolo en cada pan de cocaína, que sería de Colombia; tampoco lograron rastrear el recorrido inverso de cómo y cuándo entró a nuestro país.
Armado marplatense
Los españoles Parra Gómez y Aranda Barberá alquilaban un domicilio en San Lorenzo 541 de Mar del Plata y habían constituido una empresa, denominada Mar Pesca Azul Argentina SRL, a la que le fijaron domicilio fiscal en el estudio contable Gómez Caliyuri, en la calle Castelli al 2600. La firma tenía un “tercer socio”, un taxista llamado Juan Eduardo Burgos, el que asegura que durante uno de los viajes, Parra Gómez, en calidad de pasajero, le ofrece ganar dinero fácil y lo invita a ser socio de una empresa para la compraventa de pescado.
La fiscalía federal cree que Burgos supo en todo momento la maniobra de fondo y lo sindicó como partícipe necesario; al punto de que lo ubican en la escena del empaquetado de la droga entre los langostinos en la planta de Letter Alimentos de Rubén Lev, a quien la justicia excluyó de responsabilidad penal.
Errores de procedimiento
Según la acusación, empaquetada la droga, Mar Pesca Azul Argentina SRL, a través del bróker de pescado Nicolás Seoane, decide el traslado del cargamento de Mar del Plata hasta Puerto Madryn, a la planta de Pesquera Poseidón, propiedad en ese entonces de Omar “Cura” Segundo.
En el expediente se menciona que la idea original era exportar ese langostino a España, y la compradora era la empresa Royal Peche SL, domiciliada en Madrid y cuyo principal accionista era Francisco Javier Bañón, quien declaró que la empresa era de Salvador Parra Gómez y que era él quien dirigía todas las operaciones de importaciones.
Las cajas con droga tenían etiquetas que señalaban que el exportador sería “Cooperativa de Trabajo Los Marplatenses”, autorización UE 4351. Según SENASA, esta Cooperativa no está habilitada para exportar a la Unión Europea. Y el 4351 pertenece a Consermar, cuyo responsable era Javier Ortiz, el socio de Omar Segundo en Poseidón. Aquí empezó a fallar la maniobra. Para exportar hubo que cambiar las tapas de las cajas; y en ese trajín, a una operaria se le cae una caja y encuentra el extraño envoltorio.
El juicio, en el Casino de Oficiales del Penal
El Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia comenzará hoy con las audiencias del juicio de lo que se conoció como Operación Langostino Santo, por el que se hallaron 110 kilos de cocaína de máxima pureza en un cargamento de langostinos que estaba por exportarse a España, y se encontraba en las cámaras de frío de la empresa Poseidón, propiedad en ese entonces del polémico empresario Omar Segundo, quien se encuentra procesado junto a otros cinco sujetos, la mayoría en libertad.
En principio, estaba previsto realizar algunas audiencias preliminares por videoconferencia, pero la defensa de Segundo, a cargo del doctor Fabián Gabalachis se opuso, por lo que finalmente se dejó de lado esta posibilidad.
De esta manera entonces, las audiencias comenzarán en Rawson, en el Casino de Oficiales de la Unidad 6, dentro del predio del Servicio Penitenciario Federal, y no se descarta que haya algunas audiencias en Puerto Madryn, lo que aún no está decidido. Se definió el lugar por la seguridad del transporte del único detenido que hay en la causa, Alfredo Aranda Barberá, quien está en prisión en la esa unidad carcelaria, considerada de máxima seguridad.
Veredicto para octubre
En esta primera semana del juicio se haría una inspección ocular del lugar del hallazgo de la droga, el que ya fue relevado, y se aportó a la causa un plano y una serie de fotografías, a la vez que se supo que recién hace pocas semanas fue destruido el langostino (varias toneladas) que estaba incautado desde el 10 de junio de 2013, día en que se produjo el hallazgo de los estupefacientes.
La ex Pesquera Poseidón ya no es de Omar Segundo: apenas seis meses después del hallazgo de la droga la vendió y pasó a denominarse Ian Fish Patagonia Food, y hace dos meses fue nuevamente vendida, quedando en poder de Xu Hai Jun, un empresario chino apodado Jaime.
Durante los primeros dos días, se leerán las actas de requisitoria de juicio, y luego del 11 de agosto habrá un cuarto intermedio hasta el día 14; desde dicha fecha hasta el 18, continuarán tomando declaraciones testimoniales; en ese lapso, declararán tanto acusados como testigos, cuya cifra asciende a un total de 76 personas.
Luego habrá un nuevo cuarto intermedio hasta el 28 de agosto, y hasta el 1 de septiembre se tomarían las declaraciones de testigos por videoconferencia, tanto de los que se encuentran en la provincia de Buenos Aires como en la ciudad de Mar del Plata.
El TOF podría pronunciarse y dictar sentencia unos diez días después del 25 de octubre, cuando corran los plazos legales fijados por el Código Penal, aunque podrían transcurrir unos 40 días para que se defina la situación de los sujetos procesados en la causa, que son Omar Segundo, Nicolás Seoane, Alejandro Pennisi, Juan Burgos y Alfredo Aranda Barberá. Cabe recordar que Salvador Parra Gómez no será juzgado porque España negó su extradición.
Fuente: Revista Puerto