En una entrevista con Clarín, Bubas explicó que las orcas como especie no están en peligro. Pero ahora su comportamiento de cacería, único en el mundo y que se da únicamente en Península de Valdés, sí lo está. “La conducta de varamiento intencional de orcas, no es un comportamiento instintivo de estos cetáceos, sino que es aprendido por las orcas. Ellas ponen en riesgo su vida varándose a sí mismas en la playa para capturar una cría de lobo o de elefante marino”, sentencia Bubas.

Y explica que esta conducta se da cuando la cría de lobo o elefante marino está aprendiendo a nadar en la linea de rompiente; no en la costa, sino en la ola. La orca sale de su medio habitual que es el agua para capturar a su presa en la rompiente y la arrastra hacia aguas más profundas para comerla y compartirla con otros miembros de la familia de orcas.

La población de orcas residentes en Península de Valdés es de entre 20 y 25, de las cuales solo nueve efectúan el comportamiento de varamiento intencional. “Hemos descubierto que son solamente cinco orcas hembras las que trasmiten a la descendencia esta inusual y espectacular técnica de caza”, subraya Bubas e insiste en que no es un instinto animal, sino que es adquirido a través del aprendizaje.

En el canal de ataque que se da en Punta Norte hay dos fuerzas naturales en la lucha por sobrevivir entre orcas y crías de lobos. “El hombre nada tiene que hacer allí. Y si está ahí, a escasos metros tiene que minimizar el impacto que produce”, denuncia Bubas y advierte: “Hoy no se cumple ningún protocolo de avistajes. Es una brutalidad, una monstruosidad lo que está pasando desde el punto de vista de la conservación”, sentencia.

El promedio anual de avistamientos de orcas en Punta Norte, es de 14 apariciones durante el mes de marzo. Sin embargo, este mes ninguna orca ha sido avistada en ese lugar. El último avistamiento de orcas en Punta Norte data del 20 de febrero.

Por otra parte, señala Bubas que el varamiento masivo de delfines que se dio ayer en el Golfo Nuevo, próximo a Puerto Madryn sería por el acorralamiento o cacería efectuada por las orcas.

“Es altamente probable que los delfines hayan varado intentando salvarse del ataque de las orcas”, asevera.

¿Qué pasaría si la ciencia pudiera confirmar que las orcas están cazando delfines en esta época y no están cazando lobos debido a la presión e incursión del hombre en Punta Norte? “El desenlace de mortandad de delfines puede ser la causa derivada de un mal manejo del estado provincial en cuestiones de conservación”, esgrime.

Según Bubas, las orcas, que hace más de un mes que deberían estar cazando lobos en Punta Norte, terminan yendo a cazar delfines a Golfo Nuevo, en un mes donde normalmente eso jamás sucede, lo que provoca la muerte de masiva de delfines por varamiento en la zona sur de la península de Valdés. Y ocurrida justamente el último domingo.

Bubas, además de ser guardafauna de reductos de ballenas y orcas en la Península Valdés, ha trabajado e investigado el comportamiento de estos cetáceos en el Center for Whale Research (USA), que es la cuna de estudio de las orcas a nivel mundial. Publicó ocho libros. Participó en 42 documentales sobre orcas, incluyendo varios para National Geographic, BBC y Animal Planet. Y por su experiencia en comportamiento de orcas ha ganado becas de la National Geographic.