Los ejemplares de ballena franca austral llegan de a decenas a las costas del Golfo Nuevo, a partir de junio y hasta el mes de diciembre. Se las puede ver desde la playa de Madryn, mientras se recorre la rambla o el muelle de la ciudad.
Otra buena opción para verlas más de cerca es en las playas de El Doradillo, a 15 kilómetros de la ciudad, con aguas muy profundas a pocos metros de la orilla. Ahí se las puede acompañar de una punta a la otra de la playa, mientras ellas les enseñan a nadar a sus crías.
Puerto Madryn es la puerta de ingreso principal a Península Valdés, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1999. Se trata de una de las áreas biológicas más destacadas de la costa Patagónica, por la presencia de ballenas francas, elefantes y lobos marinos, pingüinos de Magallanes, delfines, orcas y otras tantas especies de fauna terrestre y flora.